Al principio de verano, cuando han pasado las lluvias, es el periodo ideal para comprobar si nuestra puerta principal de exterior necesita mantenimiento o no.
Realizar tareas de mantenimiento no depende tanto del paso de un periodo de tiempo determinado, sino que depende de otras factores a tener en cuenta como:
1. Si su puerta está o no protegida por un porche o saliente. En caso que la puerta no esté cubierta por un saliente recibirá con gran incidencia de forma directa la exposición a la lluvia y al sol, por lo que en ese caso la puerta necesitará de un manteamiento frecuente.
Por lado contario, si la puerta está completamente cubierta por un saliente no recibirá los rayos del sol ni el agua de la lluvia, y su puerta permanecerá en estado original durante años, sin requerir un manteniendo frecuente.
2. La orientación de la puerta. Si la puerta tiene una orientación sur, recibirá durante más horas la acción del sol, por lo que requerirá un mantenimiento más frecuente que una puerta que tenga orientación norte.
3. El tratamiento de acabado de la puerta. Si elegimos una puerta con acabado especial para exterior consistente en tinte y barnizado, la puerta necesitará un mantenimiento entre cada 1-5 años, dependiendo del resto de factores nombrados anteriormente.
Por el contrario, en el caso de las puertas con lacados RAL especiales para exterior, se requiere un mantenimiento más dilatado en el tiempo, entre 5-15 años dependiendo de la exposición a los factores externos.
4. La localización de la casa. Tenemos que tener en cuenta que las puertas que se encuentran instaladas en casas ubicadas en zonas de costa, necesitan un mantenimiento más frecuente debido a la incidencia del aire húmedo sobre las mismas.
Es recomendable informar sobre la ubicación de la casa previamente a la fabricación por si es necesario aplicar un tratamiento de acabo de más alta protección.
Como conclusión, decir que es muy importante proteger nuestra puerta de entrada con un voladizo o saliente, para garantizar una puerta con un acabado duradero con el paso de los años y con el mínimo mantenimiento.
1. Si su puerta está o no protegida por un porche o saliente. En caso que la puerta no esté cubierta por un saliente recibirá con gran incidencia de forma directa la exposición a la lluvia y al sol, por lo que en ese caso la puerta necesitará de un manteamiento frecuente.
Por lado contario, si la puerta está completamente cubierta por un saliente no recibirá los rayos del sol ni el agua de la lluvia, y su puerta permanecerá en estado original durante años, sin requerir un manteniendo frecuente.
2. La orientación de la puerta. Si la puerta tiene una orientación sur, recibirá durante más horas la acción del sol, por lo que requerirá un mantenimiento más frecuente que una puerta que tenga orientación norte.
3. El tratamiento de acabado de la puerta. Si elegimos una puerta con acabado especial para exterior consistente en tinte y barnizado, la puerta necesitará un mantenimiento entre cada 1-5 años, dependiendo del resto de factores nombrados anteriormente.
Por el contrario, en el caso de las puertas con lacados RAL especiales para exterior, se requiere un mantenimiento más dilatado en el tiempo, entre 5-15 años dependiendo de la exposición a los factores externos.
4. La localización de la casa. Tenemos que tener en cuenta que las puertas que se encuentran instaladas en casas ubicadas en zonas de costa, necesitan un mantenimiento más frecuente debido a la incidencia del aire húmedo sobre las mismas.
Es recomendable informar sobre la ubicación de la casa previamente a la fabricación por si es necesario aplicar un tratamiento de acabo de más alta protección.
Como conclusión, decir que es muy importante proteger nuestra puerta de entrada con un voladizo o saliente, para garantizar una puerta con un acabado duradero con el paso de los años y con el mínimo mantenimiento.